Como un rasgo de reacción a la globalización internacional, aparece el multiculturalismo, donde se valoriza la diversidad cultural, el pluralismo étnico y el multiculturalismo. Se reconoce el mismo valor a todas las culturas, lo que es correcto, pero este reconocimiento se exagera tanto que se exacerba los planteamientos llevando al etnocentrismo cultural: Nosotros tenemos nuestra propia cultura, y se rompen lazos de pertenencia a algo común; es decir, a nación.
El multiculturalismo termina por negar el vivir en unidad, un ejemplo extremo, es el caso de Yugoslavia donde se exacerba el particularismo, se potencia la especificidad y se termina por rechazar la otra identidad.
En el multiculturalismo, cada identidad privilegia su visión del mundo, su territorio y no se ve la nación. El multiculturalismo acaba con la democracia. La convivencia entre diferencias es necesaria. En el proyecto de la nueva Constitución Política del Estado desaparece la visión de nación, se habla de Estado plurinacional, y eso puede ser un impedimento a la convivencia, a la integración. Nacionalidad hace referencia a una identidad que nos constituye como ciudadanos frente al Estado
La interculturalidad es clave, porque se refiere a la interacción entre culturas de forma respetuosa, horizontal y sinérgica, donde se comprende que ningún grupo cultural está por encima del otro, favoreciendo en todo momento la integración y convivencia entre todos.
El diseño político es importante. En Bolivia, en este momento, estamos en transición, no vemos algo que nos integre de manera progresiva, nos falta un techo común.
El caso de Ecuador, por ejemplo, se reconoce lo plurinacional, pero ahí el movimiento está debilitado, no es el portador de ese proyecto.
Es claro que las identidades interpelan a la subjetividad. Nadie tiene una identidad única. Es un problema cuando se pretende reducir la realidad a una sola cosa, ejemplo, lo regional. En el extremo está la idea de nación.
Nación - comunidad política, que hace referencia a ciudadanía y además comparte proyecto de futuro y valores comunes es, como dice Kunt una “curiosa complicidad entre extraños”. Reconocernos como parte de una comunidad pues compartimos historia y proyectos a futuro
El siglo XIX y el siglo XX en América Latina el concepto de nación estuvo ligado al Estado, a establecer soberanía y fuerza del nacionalismo externo en una lógica pragmática de izquierda, el concepto de república estuvo ligado a la preeminencia de valores, de normativas que privilegian lo público frente a lo liberal.
En el proyecto de Nueva Constitución Política del Estado, con la visión indigenista todo lo que es ley se interpreta como expresión del colonialismo y, en ese marco, se encuentra la república que rompe la lógica territorial donde el presidente ya no lo es de la república sino del Estado.
Cabe señalar que la república es una idea democrática que se sienta no en derechos individuales, sino en lo público que presta atención al objetivo común de partido.
Lo comunitario estaría basado en el reconocimiento del interculturalismo, cada grupo es representante de la diversidad, pero no en función del futuro. En Europa, en la sociología se habla de mayorías que deciden sobre minorías, excepcionalmente, una minoría actúa sobre la mayoría. Aquí durante 500 años, lo indígena, el pueblo, era una mayoría que fue tratada como si fuera minoría: Dos mundos estaban superpuestos, donde la mayoría del pueblo no estaba integrada a los beneficios del progreso.
Con la revolución de 1952, con la reforma agraria, el gobierno contaba con milicias campesinas, eso da un giro en el proceso social.
Es interesante señalar que Evo Morales como figura política que representaba a principalmente a los productores de hojas de coca, nunca antes reivindicó lo indígena, esa faceta resurge a partir de su elección como presidente. Evo no es sólo indígena, es resultado de los complejos procesos históricos y sociales vividos en el país
En Francia, la visión es cívica; por tanto, se tienen derechos por el hecho de haber nacido en territorio francés., no se requiere tener lazos consanguíneos.
En Bolivia, la idea de nación es orgánica y organicista de ahí que se manifiesta la existencia de 36 naciones conforme a las lenguas. Así, incluso un grupo de 200 personas constituye una nación, el tema que se presenta es dónde buscamos la idea de comunidad política. Ser parte de una comunidad implica igualdad de derechos y ahí es importante la relación de interculturalidad.
Es también importante señalar la preocupación que se debe tener por los jóvenes, los nacidos en democracia, por ejemplo, recientemente, en la ciudad de Sucre, ellos atacaron con palos a los campesinos, esto sí es preocupante, se debe trabajar mucho al respecto, por suerte uno de los temas clave en los cuales Bolivia puede desenvolverse bien se refiere a la participación popular.
Como un rasgo de reacción a la globalización internacional, aparece el multiculturalismo, donde se valoriza la diversidad cultural, el pluralismo étnico y el multiculturalismo. Se reconoce el mismo valor a todas las culturas, lo que es correcto, pero este reconocimiento se exagera tanto que se exacerba los planteamientos llevando al etnocentrismo cultural: Nosotros tenemos nuestra propia cultura, y se rompen lazos de pertenencia a algo común; es decir, a nación.
El multiculturalismo termina por negar el vivir en unidad, un ejemplo extremo, es el caso de Yugoslavia donde se exacerba el particularismo, se potencia la especificidad y se termina por rechazar la otra identidad.
En el multiculturalismo, cada identidad privilegia su visión del mundo, su territorio y no se ve la nación. El multiculturalismo acaba con la democracia. La convivencia entre diferencias es necesaria. En el proyecto de la nueva Constitución Política del Estado desaparece la visión de nación, se habla de Estado plurinacional, y eso puede ser un impedimento a la convivencia, a la integración. Nacionalidad hace referencia a una identidad que nos constituye como ciudadanos frente al Estado
La interculturalidad es clave, porque se refiere a la interacción entre culturas de forma respetuosa, horizontal y sinérgica, donde se comprende que ningún grupo cultural está por encima del otro, favoreciendo en todo momento la integración y convivencia entre todos.
El diseño político es importante. En Bolivia, en este momento, estamos en transición, no vemos algo que nos integre de manera progresiva, nos falta un techo común.
El caso de Ecuador, por ejemplo, se reconoce lo plurinacional, pero ahí el movimiento está debilitado, no es el portador de ese proyecto.
Es claro que las identidades interpelan a la subjetividad. Nadie tiene una identidad única. Es un problema cuando se pretende reducir la realidad a una sola cosa, ejemplo, lo regional. En el extremo está la idea de nación.
Nación - comunidad política, que hace referencia a ciudadanía y además comparte proyecto de futuro y valores comunes es, como dice Kunt una “curiosa complicidad entre extraños”. Reconocernos como parte de una comunidad pues compartimos historia y proyectos a futuro
El siglo XIX y el siglo XX en América Latina el concepto de nación estuvo ligado al Estado, a establecer soberanía y fuerza del nacionalismo externo en una lógica pragmática de izquierda, el concepto de república estuvo ligado a la preeminencia de valores, de normativas que privilegian lo público frente a lo liberal.
En el proyecto de Nueva Constitución Política del Estado, con la visión indigenista todo lo que es ley se interpreta como expresión del colonialismo y, en ese marco, se encuentra la república que rompe la lógica territorial donde el presidente ya no lo es de la república sino del Estado.
Cabe señalar que la república es una idea democrática que se sienta no en derechos individuales, sino en lo público que presta atención al objetivo común de partido.
Lo comunitario estaría basado en el reconocimiento del interculturalismo, cada grupo es representante de la diversidad, pero no en función del futuro. En Europa, en la sociología se habla de mayorías que deciden sobre minorías, excepcionalmente, una minoría actúa sobre la mayoría. Aquí durante 500 años, lo indígena, el pueblo, era una mayoría que fue tratada como si fuera minoría: Dos mundos estaban superpuestos, donde la mayoría del pueblo no estaba integrada a los beneficios del progreso.
Con la revolución de 1952, con la reforma agraria, el gobierno contaba con milicias campesinas, eso da un giro en el proceso social.
Es interesante señalar que Evo Morales como figura política que representaba a principalmente a los productores de hojas de coca, nunca antes reivindicó lo indígena, esa faceta resurge a partir de su elección como presidente. Evo no es sólo indígena, es resultado de los complejos procesos históricos y sociales vividos en el país
En Francia, la visión es cívica; por tanto, se tienen derechos por el hecho de haber nacido en territorio francés., no se requiere tener lazos consanguíneos.
En Bolivia, la idea de nación es orgánica y organicista de ahí que se manifiesta la existencia de 36 naciones conforme a las lenguas. Así, incluso un grupo de 200 personas constituye una nación, el tema que se presenta es dónde buscamos la idea de comunidad política. Ser parte de una comunidad implica igualdad de derechos y ahí es importante la relación de interculturalidad.
Es también importante señalar la preocupación que se debe tener por los jóvenes, los nacidos en democracia, por ejemplo, recientemente, en la ciudad de Sucre, ellos atacaron con palos a los campesinos, esto sí es preocupante, se debe trabajar mucho al respecto, por suerte uno de los temas clave en los cuales Bolivia puede desenvolverse bien se refiere a la participación popular.
Como un rasgo de reacción a la globalización internacional, aparece el multiculturalismo, donde se valoriza la diversidad cultural, el pluralismo étnico y el multiculturalismo. Se reconoce el mismo valor a todas las culturas, lo que es correcto, pero este reconocimiento se exagera tanto que se exacerba los planteamientos llevando al etnocentrismo cultural: Nosotros tenemos nuestra propia cultura, y se rompen lazos de pertenencia a algo común; es decir, a nación.
El multiculturalismo termina por negar el vivir en unidad, un ejemplo extremo, es el caso de Yugoslavia donde se exacerba el particularismo, se potencia la especificidad y se termina por rechazar la otra identidad.
En el multiculturalismo, cada identidad privilegia su visión del mundo, su territorio y no se ve la nación. El multiculturalismo acaba con la democracia. La convivencia entre diferencias es necesaria. En el proyecto de la nueva Constitución Política del Estado desaparece la visión de nación, se habla de Estado plurinacional, y eso puede ser un impedimento a la convivencia, a la integración. Nacionalidad hace referencia a una identidad que nos constituye como ciudadanos frente al Estado
La interculturalidad es clave, porque se refiere a la interacción entre culturas de forma respetuosa, horizontal y sinérgica, donde se comprende que ningún grupo cultural está por encima del otro, favoreciendo en todo momento la integración y convivencia entre todos.
El diseño político es importante. En Bolivia, en este momento, estamos en transición, no vemos algo que nos integre de manera progresiva, nos falta un techo común.
El caso de Ecuador, por ejemplo, se reconoce lo plurinacional, pero ahí el movimiento está debilitado, no es el portador de ese proyecto.
Es claro que las identidades interpelan a la subjetividad. Nadie tiene una identidad única. Es un problema cuando se pretende reducir la realidad a una sola cosa, ejemplo, lo regional. En el extremo está la idea de nación.
Nación - comunidad política, que hace referencia a ciudadanía y además comparte proyecto de futuro y valores comunes es, como dice Kunt una “curiosa complicidad entre extraños”. Reconocernos como parte de una comunidad pues compartimos historia y proyectos a futuro
El siglo XIX y el siglo XX en América Latina el concepto de nación estuvo ligado al Estado, a establecer soberanía y fuerza del nacionalismo externo en una lógica pragmática de izquierda, el concepto de república estuvo ligado a la preeminencia de valores, de normativas que privilegian lo público frente a lo liberal.
En el proyecto de Nueva Constitución Política del Estado, con la visión indigenista todo lo que es ley se interpreta como expresión del colonialismo y, en ese marco, se encuentra la república que rompe la lógica territorial donde el presidente ya no lo es de la república sino del Estado.
Cabe señalar que la república es una idea democrática que se sienta no en derechos individuales, sino en lo público que presta atención al objetivo común de partido.
Lo comunitario estaría basado en el reconocimiento del interculturalismo, cada grupo es representante de la diversidad, pero no en función del futuro. En Europa, en la sociología se habla de mayorías que deciden sobre minorías, excepcionalmente, una minoría actúa sobre la mayoría. Aquí durante 500 años, lo indígena, el pueblo, era una mayoría que fue tratada como si fuera minoría: Dos mundos estaban superpuestos, donde la mayoría del pueblo no estaba integrada a los beneficios del progreso.
Con la revolución de 1952, con la reforma agraria, el gobierno contaba con milicias campesinas, eso da un giro en el proceso social.
Es interesante señalar que Evo Morales como figura política que representaba a principalmente a los productores de hojas de coca, nunca antes reivindicó lo indígena, esa faceta resurge a partir de su elección como presidente. Evo no es sólo indígena, es resultado de los complejos procesos históricos y sociales vividos en el país
En Francia, la visión es cívica; por tanto, se tienen derechos por el hecho de haber nacido en territorio francés., no se requiere tener lazos consanguíneos.
En Bolivia, la idea de nación es orgánica y organicista de ahí que se manifiesta la existencia de 36 naciones conforme a las lenguas. Así, incluso un grupo de 200 personas constituye una nación, el tema que se presenta es dónde buscamos la idea de comunidad política. Ser parte de una comunidad implica igualdad de derechos y ahí es importante la relación de interculturalidad.
Es también importante señalar la preocupación que se debe tener por los jóvenes, los nacidos en democracia, por ejemplo, recientemente, en la ciudad de Sucre, ellos atacaron con palos a los campesinos, esto sí es preocupante, se debe trabajar mucho al respecto, por suerte uno de los temas clave en los cuales Bolivia puede desenvolverse bien se refiere a la participación popular.
Como un rasgo de reacción a la globalización internacional, aparece el multiculturalismo, donde se valoriza la diversidad cultural, el pluralismo étnico y el multiculturalismo. Se reconoce el mismo valor a todas las culturas, lo que es correcto, pero este reconocimiento se exagera tanto que se exacerba los planteamientos llevando al etnocentrismo cultural: Nosotros tenemos nuestra propia cultura, y se rompen lazos de pertenencia a algo común; es decir, a nación.
El multiculturalismo termina por negar el vivir en unidad, un ejemplo extremo, es el caso de Yugoslavia donde se exacerba el particularismo, se potencia la especificidad y se termina por rechazar la otra identidad.
En el multiculturalismo, cada identidad privilegia su visión del mundo, su territorio y no se ve la nación. El multiculturalismo acaba con la democracia. La convivencia entre diferencias es necesaria. En el proyecto de la nueva Constitución Política del Estado desaparece la visión de nación, se habla de Estado plurinacional, y eso puede ser un impedimento a la convivencia, a la integración. Nacionalidad hace referencia a una identidad que nos constituye como ciudadanos frente al Estado
La interculturalidad es clave, porque se refiere a la interacción entre culturas de forma respetuosa, horizontal y sinérgica, donde se comprende que ningún grupo cultural está por encima del otro, favoreciendo en todo momento la integración y convivencia entre todos.
El diseño político es importante. En Bolivia, en este momento, estamos en transición, no vemos algo que nos integre de manera progresiva, nos falta un techo común.
El caso de Ecuador, por ejemplo, se reconoce lo plurinacional, pero ahí el movimiento está debilitado, no es el portador de ese proyecto.
Es claro que las identidades interpelan a la subjetividad. Nadie tiene una identidad única. Es un problema cuando se pretende reducir la realidad a una sola cosa, ejemplo, lo regional. En el extremo está la idea de nación.
Nación - comunidad política, que hace referencia a ciudadanía y además comparte proyecto de futuro y valores comunes es, como dice Kunt una “curiosa complicidad entre extraños”. Reconocernos como parte de una comunidad pues compartimos historia y proyectos a futuro
El siglo XIX y el siglo XX en América Latina el concepto de nación estuvo ligado al Estado, a establecer soberanía y fuerza del nacionalismo externo en una lógica pragmática de izquierda, el concepto de república estuvo ligado a la preeminencia de valores, de normativas que privilegian lo público frente a lo liberal.
En el proyecto de Nueva Constitución Política del Estado, con la visión indigenista todo lo que es ley se interpreta como expresión del colonialismo y, en ese marco, se encuentra la república que rompe la lógica territorial donde el presidente ya no lo es de la república sino del Estado.
Cabe señalar que la república es una idea democrática que se sienta no en derechos individuales, sino en lo público que presta atención al objetivo común de partido.
Lo comunitario estaría basado en el reconocimiento del interculturalismo, cada grupo es representante de la diversidad, pero no en función del futuro. En Europa, en la sociología se habla de mayorías que deciden sobre minorías, excepcionalmente, una minoría actúa sobre la mayoría. Aquí durante 500 años, lo indígena, el pueblo, era una mayoría que fue tratada como si fuera minoría: Dos mundos estaban superpuestos, donde la mayoría del pueblo no estaba integrada a los beneficios del progreso.
Con la revolución de 1952, con la reforma agraria, el gobierno contaba con milicias campesinas, eso da un giro en el proceso social.
Es interesante señalar que Evo Morales como figura política que representaba a principalmente a los productores de hojas de coca, nunca antes reivindicó lo indígena, esa faceta resurge a partir de su elección como presidente. Evo no es sólo indígena, es resultado de los complejos procesos históricos y sociales vividos en el país
En Francia, la visión es cívica; por tanto, se tienen derechos por el hecho de haber nacido en territorio francés., no se requiere tener lazos consanguíneos.
En Bolivia, la idea de nación es orgánica y organicista de ahí que se manifiesta la existencia de 36 naciones conforme a las lenguas. Así, incluso un grupo de 200 personas constituye una nación, el tema que se presenta es dónde buscamos la idea de comunidad política. Ser parte de una comunidad implica igualdad de derechos y ahí es importante la relación de interculturalidad.
Es también importante señalar la preocupación que se debe tener por los jóvenes, los nacidos en democracia, por ejemplo, recientemente, en la ciudad de Sucre, ellos atacaron con palos a los campesinos, esto sí es preocupante, se debe trabajar mucho al respecto, por suerte uno de los temas clave en los cuales Bolivia puede desenvolverse bien se refiere a la participación popular.
martes, 6 de enero de 2009
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